Los bombardeos, la invasión y la ocupación de Gaza llevan ya tres meses cobrándose 23.000 vidas o más, incluidos unos 10.000 niños. El ejército israelí ha desplazado a la mayoría de los 2,3 millones de personas que viven en Gaza, y los portavoces israelíes están declarando explícitamente que tienen la intención de continuar el asalto a lo largo de 2024 e incluso en 2025. Algunos elementos de la sociedad israelí están pidiendo abiertamente la limpieza étnica completa de Gaza.
Decidido a conservar a su principal socio en política exterior en Oriente Medio, el gobierno de Biden sigue proporcionando miles de millones de dólares al gobierno israelí, a pesar de los temores de que la carnicería de Gaza pueda costarle a Joe Biden las elecciones al ahuyentar a los votantes más jóvenes que no están tan acostumbrados a la deshumanización de las personas palestinas. Varios conocidos antisemitas han establecido una tenue causa común con los sionistas sobre la plataforma compartida de respaldar la violencia colonial.
La continua carnicería en Gaza está calculada para tener un efecto desmoralizador en aquellos que desean ver el fin de décadas de derramamiento de sangre en Palestina. Añadir decenas de miles de nuevas víctimas al recuento de muertos no hará que los israelíes estén más seguros; sólo puede aumentar la violencia en toda la región, concentrando aún más el poder en manos de fanáticos militaristas y hombres fuertes.
Sin inmutarse, personas de todo Estados Unidos han seguido actuando en solidaridad con los palestinos. Valientes manifestantes han bloqueado puentes, puertos, instalaciones de fabricación de armas, y otros puntos de presión. Las estructuras y modelos de estas acciones solidarias siguen evolucionando.
En Durham, Carolina del Norte, donde se celebraron varias protestas contra el derramamiento de sangre en Gaza a finales de 2023, la primera manifestación de solidaridad a gran escala explícitamente autónoma y sin líderes tuvo lugar el 4 de enero. Como en manifestaciones anteriores, cientos de personas se reunieron, tomaron la palabra por turnos y marcharon por la ciudad. Esta vez, sin embargo, la marcha se dirigió a la cárcel, donde los participantes dispararon fuegos artificiales contra el edificio y proyectaron “Free Palestine-Free prisoners” (Palestina libre/Libertad para lxs presxs) en su fachada, conectando la lucha contra la limpieza étnica en Palestina con la lucha local contra la policía y las prisiones.
Dos días después, en Seattle, manifestantes bloquearon la I-5 norte y una rampa de acceso y un paso elevado, lo que provocó retenciones de tráfico de más de diez kilómetros. En el siguiente informe anónimo, participantes en el bloqueo describen cómo lo consiguieron.
Para más información, consulta el texto que publicamos del Colectivo Fayer, un colectivo judío implicado en la organización ecológica, abolicionista y antifascista, en el que explican por qué creen que la solidaridad con el pueblo palestino es importante y cómo pasar de exigir un alto el fuego a emprender acciones directas para imponerlo. Ahora te lo ofrecemos en forma de fanzine que puedes imprimir y distribuir en tu propia comunidad.
Acción de solidaridad con Palestina corta la autopista I-5 en Seattle durante horas
El sábado 6 de enero, más de 150 personas ocuparon la autopista 1-5 en dirección norte en Seattle, Washington, entre Olive Way y East Denny Way. La acción provocó el cierre total de la I-5 norte durante más de cuatro horas. Cientos de personas más ocuparon el paso elevado de la I-5 en Olive Way en solidaridad con las personas que estaban en la autopista, cerrando también el paso elevado durante horas.
El objetivo de la acción era poner fin a la normalidad y dirigir la atención pública hacia Palestina. Israel ha matado a más de 22.000 palestinos en los últimos tres meses, la mayoría mujeres y niños y niñas, pero el gobierno de Estados Unidos sigue apoyando financiera y políticamente el genocidio. Como coreaba la multitud el sábado, “¡Ni un céntimo más, ni un centavo más, no más dinero para los crímenes de Israel!”.
Entre una variedad de pancartas, se podía leer “Alto al genocidio financiado por Estados Unidos”, “Liberen a todos lxs presxs palestinxs”, “Judíxs por una Palestina libre” y “Protejan Gaza- alto el fuego ya”. Las demandas de la acción incluían
- Alto el fuego permanente y fin del asedio a Gaza
- Detención de toda ayuda estadounidense al gobierno israelí
- Liberación de todos los presos palestinos
- Fin de la ocupación de Palestina
- Devolución de la tierra
Esta acción directa estuvo bien organizada. Los grupos de afinidad llegaron de forma escalonada al punto de encuentro para prepararse antes de tomar la autopista. Dos filas de coches pararon los cinco carriles de tráfico en dirección norte y, a continuación, los coches y una brigada de ciclistas bloquearon la rampa de acceso norte a la I-5 de Olive Way. Los grupos afines marcharon juntos por la rampa de acceso y entraron en la I-5 para concentrarse frente al tráfico.
Unas quince personas se encadenaron con los brazos en cajas y el resto del grupo se dispuso en filas frente a ellas. Otro centenar o más de personas ocuparon la rampa de acceso y el terraplén entre la rampa y la autopista.
Hubo organizadores identificables de esta acción, pero respetaron la autonomía de las personas participantes. Se dijo que los organizadores no vigilarían a los demás por llevar a cabo sus propias acciones, y que cada persona era libre de unirse o abandonar la acción en cualquier momento según el nivel de riesgo con el que se sintiera cómoda.
El equipo de desescalada de la acción consiguió calmar a los pocos conductores enfadados que se acercaron al grupo. Muchos de los que estaban atrapados en el tráfico se unieron a la acción coreando y aplaudiendo, e incluso cogieron banderas palestinas para ondearlas. Los conductores y camioneros del otro lado de la mediana expresaron continuamente su apoyo al bloqueo tocando el claxon y levantando el puño y signos de paz en señal de solidaridad. Dos de esos conductores incluso se detuvieron por completo, interrumpiendo temporalmente el tráfico en dirección sur.
Los “osos protectores” de la acción distribuyeron bocadillos, agua, refrescos, pastillas para la tos, calentadores de manos, pañuelos de papel y demás. Médicos formados estaban preparados para atender desde necesidades básicas de primeros auxilios hasta heridas de bala.
La gente entonó cánticos y canciones enérgicas que mantuvieron viva la energía durante las cuatro horas que duró el paro. Uno de los cánticos más potentes del día fue “¡FDI, SPD, la abolición es la clave!”. Vinculaba la opresión del pueblo palestino a la opresión del pueblo negro, mestizo e indígena en Estados Unidos. El cántico afirmaba que el movimiento por la liberación palestina forma parte de la lucha más amplia por la liberación de todos los pueblos. Estas palabras nos afianzan en la realidad de que nadie es libre hasta que todas las personas lo seamos, hasta que creemos un mundo sin dominación, sin policía y, en última instancia, sin el propio Estado.
La energía indomable y alegre alcanzó su punto álgido al anochecer, cuando estallaron la lluvia, el granizo, los truenos y los relámpagos. En lugar de silenciar a los y las manifestantes, el tiempo tormentoso inspiró al grupo para una última fiesta de baile, mientras gritaban “¡Arriba, arriba la liberación! Abajo, abajo la ocupación!”. Hacia las 16.30 horas, todo el grupo marchó junto fuera de la autopista, de vuelta a la rampa de entrada, y se unió a la multitud que seguía ocupando el paso elevado de Olive Way. No se produjeron detenciones en la autopista durante el tiempo que permaneció cortada.
Esta acción forma parte de una oleada de acciones estratégicas de cierre de puentes, autopistas y otros objetivos en todo Estados Unidos para exigir un alto el fuego en Gaza y la liberación de Palestina. A escala local, hemos visto recientes bloqueos en el Puerto de Tacoma y en un centro de distribución de Amazon en Lacey en solidaridad con el pueblo palestino. El hecho de que no se produjeran detenciones en esas dos acciones ni en la del sábado demuestra que las acciones en las que participa una masa crítica de personas pueden ser más seguras para los participantes, además de más eficaces. El poder del pueblo es a menudo nuestra mejor estrategia para enfrentarnos y defendernos del Estado.
Mucha gente no entiende cómo el cierre de un puente o una autopista puede ayudar a la gente palestina de Gaza. Sin embargo, nuestro gobierno está apoyando el genocidio del pueblo palestino, las empresas estadounidenses se están beneficiando de ello, los medios de comunicación y los políticos están mintiendo al respecto, y gran parte de nuestra sociedad es indiferente o lo apoya como resultado de esas mentiras. En estas condiciones, cerrar una autopista es un medio necesario para centrar la lucha palestina por la supervivencia. Acciones públicas disruptivas como ésta también son cruciales para mantener la energía y activar a nuevas personas para que se unan al movimiento. Son una respuesta inevitable a un gobierno que sigue enviando innumerables impuestos a una fuerza militar que participa activamente en un genocidio. La historia demuestra que la acción directa es necesaria en estas situaciones.
Esperamos que el exitoso cierre de la I-5 el sábado sirva de inspiración para que más gente participe en la acción directa, tomando partido por un mundo justo.